INFLUENCIA DE LA MICROBIOTA INTESTINAL EN TRASTORNOS DEL ESPECTRO AUTISTA Y DEPRESIÓN





INFLUENCIA DE LA MICROBIOTA INTESTINAL

 EN TRASTORNOS DEL ESPECTRO AUTISTA Y DEPRESIÓN


                                    ¿Qué es la microbiota intestinal? 


         Se denomina microbiota intestinal al conjunto de bacterias que viven en el intestino, en una relación de simbiosis tanto de tipo comensal como de mutualismo. La gran mayoría de estas bacterias no son dañinas para la salud y muchas son beneficiosas, por lo que esta microbiota intestinal es importante para el estado de salud del organismo. Se calcula que el ser humano tiene en su interior unas dos mil especies bacterianas diferentes.


La composición de la microbiota intestinal es muy variable entre los adultos aunque se ha visto que los individuos de la misma familia comparten comunidades más similares que aquellos que no están emparentados, como cabe esperar.


             Conexión entre microbiota intestinal con TEA y depresión


     Existen evidencias de la enorme influencia que ejerce la microbiota sobre el comportamiento humano. 


La microbiota intestinal puede ser estudiada mediante aproximaciones genómicas, microbiológicas o metabolómicos, analizando los co-metabolitos generados por la misma.

Existen diferentes estrategias capaces de modificar la microbiota intestinal, que pasan por el uso de antiobióticos, pre- y pro-bioticos, cambios en la dieta y trasplante fecal. Cambios en la microbiota pueden resultar de utilidad clínica en las intervenciones sobre conducta en pacientes con TEA.

 De acuerdo con la revisión de los tres artículos analizados proponemos intervenciones sinérgicas para conseguir cambios significativos en la microbiota. En situaciones patológicas parece recomendable utilizar secuencialmente antibióticos para anular la microbiota anómala, seguida de probióticos para instaurar una que sea adecuada. Sería recomendable un seguimiento y evolución periódicos, ya que estos pacientes suelen volver al punto de inicio. No existe ningún protocolo de seguimiento establecido, teniendo en cuenta que la microbiota es muy susceptible a los cambios en la dieta y los estudios evaluados muestran un seguimiento menor al de 12 meses. 

Es importante recalcar, que, en todos los casos, la implicación de la familia es crucial a la hora de conseguir una mejoría en estos niños. Las familias son los que deben encauzar el tratamiento y mantenerlo mediante una dieta rica en fibra y prebióticos y baja en azúcares refinados y grasas saturadas. Si este aspecto de la intervención no se aborda, resulta verdaderamente complicado mantener estables los cambios en la microbiota producidos por el tratamiento antibiótico. 

Respecto a los tres artículos analizados dos de ellos si recalcan una mejoría después del trasplante fecal (una técnica relativamente novedosa utilizada en la medicina actual; en uno de ellos se llegó a  la  hipótesis de que la microbiota intestinal puede ser al menos parcialmente responsable de los síntomas gastrointestinales y del desorden del espectro autista; y en el otro artículo, se demuestra que un probiótico específico como Bifidum Longum NC3001 tiene efectos beneficiosos  sobre la depresión con comorbilidad leve a moderada y mejora temporalmente los síntomas generales de SII . Esto se asocia con cambios en la actividad de múltiples áreas cerebrales implicadas en el procesamiento emocional, y en el último artículo se recalca que los resultados no fueron concluyentes, aunque los investigadores creen que existe una relación entre la microbiota y el TCA y comentan que se debería seguir investigando dentro de esta línea.

Para el artículo:  This is a repository copy of Probiotic Bifidobacterium longum NCC3001 Reduces Depression Scores and Alters Brain Activity: a Pilot Study in Patients With Irritable Bowel Syndrome, podemos ver el probiótico hace que disminuya 2 puntos los síntomas de depresión de la escala HAD-D con 14 ítems. Concretamente la gente que toma el probiótico tiene 2 veces más probabilidades de disminuir sus síntomas después de 6 semanas (RR= 1,98; IC95% = 1,2-3,4) y a las 10 semanas continua el efecto. 

























Autores: Sara Sanz García y Belén Navarro Paco

  
    1. Probiotic Bifidobacterium longum NCC3001 Reduces Depression Scores and Alters Brain Activity: A Pilot Study in Patients with Irritable Bowel Syndrome.


2. Microbiota Transfer Therapy alters gut ecosystem and improves gastrointestinal and autism symptoms: an open-label study.

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28122648

3. Gut to brain interaction in Autism Spectrum Disorders: a randomized controlled trial

on the role of probiotics on clinical, biochemical and neurophysiological parameters.



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