EL MITO DE LA GRASA SATURADA
La grasa saturada ¿va en contra nuestra
salud?
Desde hace mucho tiempo se ha relacionado
el consumo de grasa saturada con multitud de enfermedades cardiovasculares, concretamente esta relación comenzó a tener auge a partir del estudio de
Ancel Keys sobre los 7 países, sin embargo, en los resultados vemos algunas
anomalías que nos hacen preguntarnos si podemos tomar dicho estudio como
referencia o no. Los resultados que se mostraron fueron de solamente 7 países
cuando en realidad se cogieron datos de 22, ¿por qué dejaron fuera a otros
países como a Francia? La alimentación francesa tenía un consumo muy elevado de
lácteos, que contienen grasa saturada como bien sabemos, y sin embargo una
mortalidad por enfermedad cardiovascular muy baja, ¿son entonces las grasas el problema?
La guerra contra las grasas saturadas es
algo que sigue a la orden del día, sin embargo, tenemos evidencia desde hace
años de que no son el problema real, en el año 2014 se publicó un metaanálisis
de estudios epidemiológicos prospectivos en el que se mostró que no hay pruebas
significativas para concluir que las grasas saturadas en la dieta estén
asociadas con un mayor riesgo de enfermedad coronaria o enfermedad cardiovascular (Chowdhury et al. 2014). Aunque este estudio no provocó cambios en cuanto a las recomendaciones sobre
grasa saturada, si marcó un antes y un después en las investigaciones
científicas, ya que hizo que aumentaran las investigaciones en cuanto a este
tema, y actualmente sirve de base a los estudios realizados en el mismo
ámbito.
Tras este estudio se empezó a investigar si el problema era realmente la grasa saturada o un mal equilibrio dietético, ya que durante mucho tiempo la comunidad científica se ha centrado en ver la relación de la grasa saturada y las enfermedades cardiovasculares pero no han planteado esta afección como cómputo global de la dieta, ¿el problema está relacionado con la grasa o con el patrón global dietético?, esta pregunta nos la hicimos al ver un artículo de cohortes realizado en 2017, el cual observó la relación entre macronutrientes y enfermedad cardiovascular, y mortalidad (Dehghan et al. 2017). Al final del estudio, se concluyó que una ingesta elevada de carbohidratos estaba asociada con un mayor riesgo de mortalidad total, mientras que la ingesta de grasa total y sus tipos, se relacionaron con una mortalidad total más baja, pero no se asoció con enfermedad o mortalidad por enfermedad cardiovascular. En cambio, la grasa saturada tuvo una asociación inversa con el accidente cerebrovascular. Esto nos hace pensar en que la grasa saturada no solo no es perjudicial, sino que además puede tener un factor protector frente a las enfermedades cardiovasculares, un estudio de cohortes realizado en 2017 en adultos estadounidenses se centró en ver si el consumo de lácteos enteros aumentaba el perfil lipídico y los biomarcadores relacionados con las enfermedades cardiovasculares (De Oliveira Otto et al. 2017). Se asoció a la grasa saturada de los lácteos con una menor incidencia por enfermedad cardiovascular (5 g/día de grasa saturada láctea), pero incluso con evidencias, actualmente se siguen recomendando los lácteos desnatados.
Tras este estudio se empezó a investigar si el problema era realmente la grasa saturada o un mal equilibrio dietético, ya que durante mucho tiempo la comunidad científica se ha centrado en ver la relación de la grasa saturada y las enfermedades cardiovasculares pero no han planteado esta afección como cómputo global de la dieta, ¿el problema está relacionado con la grasa o con el patrón global dietético?, esta pregunta nos la hicimos al ver un artículo de cohortes realizado en 2017, el cual observó la relación entre macronutrientes y enfermedad cardiovascular, y mortalidad (Dehghan et al. 2017). Al final del estudio, se concluyó que una ingesta elevada de carbohidratos estaba asociada con un mayor riesgo de mortalidad total, mientras que la ingesta de grasa total y sus tipos, se relacionaron con una mortalidad total más baja, pero no se asoció con enfermedad o mortalidad por enfermedad cardiovascular. En cambio, la grasa saturada tuvo una asociación inversa con el accidente cerebrovascular. Esto nos hace pensar en que la grasa saturada no solo no es perjudicial, sino que además puede tener un factor protector frente a las enfermedades cardiovasculares, un estudio de cohortes realizado en 2017 en adultos estadounidenses se centró en ver si el consumo de lácteos enteros aumentaba el perfil lipídico y los biomarcadores relacionados con las enfermedades cardiovasculares (De Oliveira Otto et al. 2017). Se asoció a la grasa saturada de los lácteos con una menor incidencia por enfermedad cardiovascular (5 g/día de grasa saturada láctea), pero incluso con evidencias, actualmente se siguen recomendando los lácteos desnatados.
Además, sabemos que dos grasas saturadas
pueden tener distinto efecto en nuestra salud, por lo que no debería haber una
recomendación de grasa saturada en general, sino una recomendación por ácido
graso saturado, más específica, cosa que plantean numerosos autores. Un ejemplo
de que la grasa saturada no se comporta igual en nuestro organismo lo
encontramos en un ensayo clínico aleatorizado realizado entre junio y julio de 2017, pero publicado en 2018. Se estudió entre otras cosas los cambios en el perfil de lípidos (en sangre) y los marcadores metabólicos tras cuatro semanas consumiendo 50g diarios de uno de los tres tipos de grasas dietéticas; aceite de coco virgen extra, mantequilla, o aceite de oliva virgen extra, en hombres y mujeres sanos. Finalemente, se vio que las concentraciones de LDL y TC/HDL aumentaron significativamente en la mantequilla en comparación con los otros dos, en cambio, no hubo diferencia en el LDL-C del aceite de coco en comparación con el aceite de oliva (Khaw et al. 2018). Hay que tener en cuenta que tanto el aceite de coco como la mantequilla, son ricos en grasas saturadas, pero, sin embargo, no actúan de la misma forma. por lo que es tan importante el perfil lipídico de los alimentos como su procesamiento y utilización.
Como podemos
ver, el problema no está en consumir la grasa del alimento natural, sino en cómo las usan las industrias, no hay ningún alimento que sea malo en sí, sino que hay alimentos que son más nutritivos y otros que están más procesados.
Autoras: Maria Teresa Gil Gallego, Susana López Mateos.
Referencias:
Autoras: Maria Teresa Gil Gallego, Susana López Mateos.
Referencias:
1. Chowdhury, Rajiv, Samantha Warnakula, Setor Kunutsor,
Francesca Crowe, Heather A. Ward, Laura Johnson, Oscar H. Franco, et al. 2014. “Association
of Dietary, Circulating, and Supplement Fatty Acids With Coronary Risk.” Annals
of Internal Medicine 160 (6): 398. https://doi.org/10.7326/M13-1788.
2. Dehghan
M, Mente A, Zhang X, Swaminathan S, Li W, Mohan V, et al. Associations of fats
and carbohydrate intake with cardiovascular disease and mortality in 18
countries from five continents (PURE): a prospective cohort study. Lancet
(London, England) [Internet]. 2017 Nov 4 [cited 2018 Nov
26];390(10107):2050–62. Available from:
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28864332.
3. De
Oliveira Otto MC, Nettleton JA, Lemaitre RN, Steffen LM, Kromhout D, Rich SS,
et al. Biomarkers of Dairy Fatty Acids and Risk of Cardiovascular Disease in
the Multi-Ethnic Study of Atherosclerosis. [cited 2018 Nov 26]; Available from:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23868191.
4. Khaw
K, Sharp SJ, Finikarides L, Afzal I, Lentjes M, Luben R, et al. Randomised
trial of coconut oil , olive oil or butter on blood lipids and other
cardiovascular risk factors in healthy men and women. 2018;1-14. https://bmjopen.bmj.com/content/8/3/e020167.
Muy interesante
ResponderEliminarMe parece una tematica muy poco conocida y muy interesante ! Espero que sigáis publicando!
ResponderEliminarEntonces lo blanco del jamón se come o no?
ResponderEliminarNo hay ningún problema en que lo comas, ya que como hemos visto las grasas saturadas en sí, no son malas. Pero ¡ojo!, cuidado con las cantidades, que algo no es malo hasta que lo tomamos en exceso.
EliminarMuchas gracias! Y algún consejo para que no se me haga bola al comerlo?
EliminarEste enfoque cambia por completo lo que teníamos asumido. Una muy buena aportación.
ResponderEliminarSe considera entonces que una dieta mediterránea, acorde con lo escrito, es una dieta equilibrada ?
ResponderEliminarEs una dieta muy variada pero siempre hay que tener en cuenta la calidad de los alimentos que se consumen, puesto que muchas veces recomiendan alimentos desnatados o o light y eso no serian alimentos ni nutritivos ni de calidad para la dieta
EliminarMuy interesante, estoy deseando volver a tomar tostadas con mantequilla
ResponderEliminarCon su chorizo por encima, que gueno nene
Eliminar¡Cuidado con las malinterpretaciones! En los estudios se han visto que los efectos de las grasas saturadas naturales no son perjudiciales para la salud, pero sin embargo no afectan igual las grasas procesadas. Como hablaba uno de los artículos, el consumo de mantequilla aumentaba la concentración del LDL, ya que la mantequilla al ser una grasa procesada no actúa de la misma forma, e igualmente sucedería con el chorizo.
EliminarEntonces se podría decir que todo lo hablado sobre el aceite de palma son meros bulos que utilizan las empresas para censar productos ! Muchas gracias por todo ! Os felicito y espero que sigáis desmintiendo cierto tiempo de bulos que nos llevan a corregir de manera errónea nuestras dietas !
ResponderEliminar¡Efectivamente! Pues en un ensayo clínico del año 2016, se estudió la relación entre el aceite de palma y el riesgo de ECV. Los participantes fueron asignados al azar en dos grupos y a cada uno se le asignó a uno de los dos tratamientos: 25 ml de aceite de palma híbrido o 25 ml de aceite de oliva virgen extra diariamente durante 3 meses. Con este estudio se vio que el consumo de aceite de palma tuvo efectos similares en los lípidos plasmáticos al del aceite de oliva virgen extra, por lo que el aceite de palma de forma natural no tiene ningún perjuicio para la salud, pero no ocurre lo mismo cuando se utiliza en la industria, ya que sus propiedades se ven modificadas.
EliminarEnlace al artículo: https://pubs.rsc.org/en/content/articlehtml/2015/fo/c5fo01083g
Buenas noches me parece muy interesante ! Y como llegasteis a querer hacer un blog sobre este tema ?
ResponderEliminarTras un mes de prácticas en un hospital aprendimos una perspectiva diferente en cuanto a la nutrición, vimos que no todo lo que nos enseñan en los libros es igual en la práctica y adquirimos nuestro propio juicio para evaluar dicha información.
EliminarMuy interesante. Felicidades chicas!!
ResponderEliminarInteresante muchachas!
ResponderEliminarUn artículo muy interesante.
ResponderEliminarMuy bueno da que pensar
ResponderEliminarUn trabajo extraordinario, Felicidades!!
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