CURCUMA COMO ANTINFLAMATORIO
La Curcuma longa L., es una planta de origen asiático muy usada comúnmente como una especia en la cultura
asiática. El principal componente es la curcumina, uno de los ingredientes activos responsables de su actividad
biológica. Se sabe que esta sustancia es estable en el estómago y en el intestino delgado; su elevada lipofilia le permite
una rápida absorción gastrointestinal por difusión pasiva. Tras su administración, es metabolizada y excretada
principalmente por bilis y heces, y también por orina. Sus principales metabolitos también son bioactivos.
Desde antiguo, se han descrito muchas propiedades para los extractos de Curcuma longa y para la curcumina. Se
conoce su actividad antibacteriana, antifúngica y antiparasitaria, y recientemente se ha demostrado su capacidad
para inhibir la integrasa del HIV-1. También se han demostrado efectos específicos en otros tejidos y órganos, como
la piel, el sistema gastrointestinal y respiratorio y en el hígado.
Todas estas propiedades son debidas a distintos mecanismos de acción. Se ha demostrado que la cúrcuma posee
efectos antiinflamatorios, a través de la modulación del metabolismo de los eicosanoides, tiene capacidad
inmunomoduladora, principalmente alterando el perfil de las citoquinas Thl de los linfocitos T helper, y actividad
hipolipidémica, disminuyendo el colesterol, los triglicéridos y los fosfolípidos plasmáticos así como en las LDL.
Hay muchos estudios que demuestran la capacidad de la cúrcuma para estabilizar membranas y para prevenir la
peroxidación lipídica, un proceso fundamental en el establecimiento, la progresión y las complicaciones de muchas
patologías como las enfermedades hepáticas, renales, cardiovasculares, neurodegenerativas, en la diabetes y en las
cataratas. Las últimas investigaciones sobre los efectos biológicos de los extractos de cúrcuma y de los curcuminoides
están encaminados a estudiar su actividad anticancerosa, principalmente frente al cáncer de piel, colon y duodeno.
Desde antiguo, son muchas las propiedades
atribuidas a los extractos de Curcuma longa y a
su principal componente la curcumina. Esta planta
ha sido aplicada para la protección y curación de
afecciones cutáneas, hepáticas, frente a úlceras,
alteraciones digestivas y contra parásitos intestinales,
como remedio de venenos y de picaduras
de serpientes y frente a distintas dolencias.
Actividad antiinflamatoria:Se ha demostrado que la cúrcuma es un compuesto
antiinflamatorio en modelos de inflamación
aguda, subaguda y crónica en ratones y ratas,
aunque no tiene fuertes efectos analgésicos ni
antipiréticos, tampoco produce una significativa
irritación gástrica, ni tiene efectos en el sistema
nervioso central .
Además, el curcuminato sódico y el aceite volátil
de cúrcuma también poseen propiedades antiinflamatorias . Se ha observado una respuesta
satisfactoria de la curcumina en pacientes con
artritis reumatoide y con osteoartritis (Deodhar
et al., 1980). Satoskar et al. (1986) realizaron un
ensayo comparativo utilizando curcumina, oxifenbutazona
y un placebo, y obtuvieron resultados
significativos a favor de la primera.
Muchos estudios han demostrado la capacidad
antiinflamatoria de los curcuminoides mediante
la modulación del metabolismo del ácido araquidónico,
ya que inhiben las actividades cicloxigenasa
y lipooxigenasa ,
afectando la biosíntesis de prostaglandinas y tromboxanos , evitando así el
desarrollo de los procesos inflamatorios y la agregación
plaquetaria. Además, Piper et al. (1998) han observado
que la inducción de las actividades de las enzimas
responsables de la detoxificación de productos
electrófilos de la peroxidación lipídica
(glutatión transferasa y glutatión peroxidasa) puede
contribuir a la acción antiinflamatoria de la curcumina.
Otro de los mecanismos antiinflamatorios
que puede ejercer la curcumina, es a través
de su efecto antiproliferativo y apoptótico en las
células del músculo liso arterial, ambos mediados
por la inhibición de la proteintirosinkinasa y
proteinkinasa C y mediante otros mecanismos
moleculares (Chan et al., 1998).
El proceso inflamatorio juega un papel importante
en la generación de especies que producen
peroxidación lipídica que conducen a la
necrosis tisular. Podemos pensar que parte de la
actividad protectora de la curcumina, frente al
tetracloruro de carbono, el paracetamol y la ciclofosfamida,
se debe al bloqueo de la respuesta
inflamatoria causada por estas drogas. Aunque
todavía no se ha demostrado que la curcumina
pueda activar las células de Kupffer, se ha observado
que es un potente inhibidor de la producción
de radicales libres de oxígeno por los
macrófagos peritoneales de ratas (Joe y Lokesh,
1994). Estos autores demostraron que la curcumina
inhibía la incorporación del ácido araquidónico
a las membranas lipídicas, evitando la
liberación de eicosanoides mediadores de inflamación,
prostaglandina E2, leucotrieno B4 y leucotrieno
C4, y de enzimas hidrolíticas: colagenasa,
elastasa y la hialuronidasa, secretadas por
los macrófagos (Joe y Lokesh, 1997).
Otros mecanismos por los que la curcumina
ejerce su acción antiinflamatoria se han asociado
a la inhibición de la síntesis de ciclooxigenasa,
lipooxigenasa y de prostaglandinas. En 1995,
Chan mostró que la curcumina inhibía la producción
del factor de necrosis tumoral (TNF-α)
producido por una línea celular de monocitos y
macrófagos humanos. Posteriormente, se ha atribuido
el efecto antiinflamatorio y anticancerígeno
de la curcumina a su capacidad para inhibir
la fosfolipasa D (Yamamoto et al., 1997).
FRANCISCO JOSE BOTIA LOPEZ.
http://digibug.ugr.es/handle/10481/35289
http://69.164.208.4/files/Anti-inflammatory%20Properties%20of%20Curcumin,%20a%20Major%20Constituent%20of%20Curcuma%20longa:%20A%20Review%20of%20Preclinical%20and%20Clinical%20Research.pdf
https://www.liebertpub.com/doi/abs/10.1089/107555303321223035
La cúrcuma es un antiinflamatorio que se puede encontrar también en forma de cómodos suplementos, con todo el aporte y los beneficios de su componente activo, la curcumina. Gracias por la información que aportas en tu post. Un saludo.
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