EL SECRETO ANTI-DEPRESIÓN
El éxito de una alimentación y una vida sanas y equilibradas se debe principalmente a 3 factores como son nuestro entorno, nuestra salud tanto física como mental y la práctica de ejercicio físico (Mens sāna in corpore sānō). Ahora bien, si uno de esos factores se ve desequilibrado, también lo hará nuestra alimentación; y por ello vamos a hablar de la relación que existe entre la nutrición y la depresión.
En uno de los estudios en los que se basa nuestro artículo se observó la posible relación entre el consumo de tiamina y su influencia en la salud mental del paciente en adultos mayores de zonas rurales, algunos de ellos con problemas de salud física y capacidad de cuidado personal. La conclusión a la que llegó el estudio, a pesar de que necesita más investigación, es que una deficiencia en tiamina puede estar directamente relacionada con la salud mental o desempeñar un papel importante en esta.
Esto también tenía lugar en otro de los estudios en el cual se observó la relación entre el consumo de vitamina B12 y la depresión, y de igual modo se observó que juega un papel importante en la enfermedad, de manera que su consumo podría considerarse preventivo.
Por otro lado la mayoría de estudios basados en casos y controles que relacionan la alimentación saludable con la depresión, teniendo en cuenta que los casos eran aquellas personas con la enfermedad y los controles las personas sanas, dieron como resultado que aquellos sujetos cuyo patrón dietético no era saludable padecían depresión, mientras que las personas cuyo patrón dietético sí era saludable no padecían la enfermedad.
Cabe destacar también el papel tan importante que juega la actividad física en lo que concierne a dicha afección puesto que en uno de los estudios consultados se observó cómo el comportamiento sedentario y la práctica de deporte influyen en la depresión, de manera que en los pacientes cuyo estilo de vida era sedentario se pudo ver que este afectaba negativamente a la depresión, por lo que esta se veía empeorada; mientras que en aquellos cuyo estilo de vida era activo debido a la presencia de actividad física en su día a día, la depresión se veía disminuida puesto que esto la mejoraba. Esto mismo se pudo comprobar al observar cómo la práctica de yoga (40 minutos por cinco días a la semana a lo largo de 4 semanas) no sólo disminuyó la fatiga y el estado de depresión de la paciente, sino que además, esto mejoró su estilo y calidad de vida.
Sin embargo la práctica de deporte cuando este va ligado con altos niveles de estrés también puede suponer un riesgo para la salud mental en algunos casos como se puede observar en el estudio The Dark Side of Top Level Sport: An Autobiographic Study of Depressive Experiences in Elite Sport Performers; en el cual se comprobó la vida de doce atletas de élite que representaban a 8 deportes distintos y se observó que inicialmente la práctica de ejercicio representaba una forma de escape de los síntomas depresivos que presentaban; pero en el momento en el que los doce atletas alcanzaron una etapa de su deporte en el que las demandas y la práctica del mismo exigían mayores compromisos se pudo ver cómo se intensificaban los síntomas depresivos pues la práctica de ejercicio ya no suponía un factor facilitador para aliviar los síntomas de la depresión sino que se convirtió en un factor debilitante.
Así pues, la práctica de ejercicio para pacientes con depresión o para prevenir la enfermedad será recomendable siempre y cuando hacer deporte no suponga una contraindicación que agrave los síntomas al estar bajo presión.
Como conclusión se puede ver como una alimentación equilibrada y un estilo de vida sano son factores importantes para la prevención de la depresión pues pueden influir en esta aunque dependa también de otros factores. Por lo tanto, se debe destacar la importancia de desarrollar programas de promoción y prevención de la salud que informen sobre la influencia que los patrones dietéticos que cada persona siga pueden llegar a afectarnos en mayor o menor medida en el desarrollo y/o incremento de la depresión si se llega a padecer o se está expuesto a factores que la puedan desencadenar.
Autoras: Laura Martínez Martínez y Jessica Rojo Cánovas
BIBLIOGRAFÍA
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https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4896110/
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