¿Es saludable esa copita de vino?


Difícil de responder hasta usando internet, ¿verdad?. Bien, pués yo no quiero responder esa pregunta por ti, en su lugar te proporcionaré distintos ítems para que seas tú mismo quien decida cómo respondes a dicha cuestión.

Partamos de una buena base, el vino, seguro que has oído una larga cantidad de propiedades maravillosas que se le atribuyen al vino como pueden ser: reducir el riesgo de cáncer, baja el colesterol, aumenta nuestras endorfinas, protector frente a rayos ultravioleta, retrasa el envejecimiento, sube los niveles de Omega3, etc. O quizás te hayan llegado en una forma algo más científica: contiene antioxidantes, antiinflamatorios, flavonoides, resveratrol, polifenoles, taninos, etc.


Ya que el vino lo conforman tantos componentes, parece razonable ir uno a uno viendo qué efectos tienen en nuestro organismo, incluso cómo interactúan entre sí potenciando o inhibiendo algunos de esos efectos que presentan, veamos a continuación algunos de ellos.


El vino tinto es rico en compuestos fenólicos procedentes de la uva y del proceso de fermentación. La cantidad y el tipo de compuestos fenólicos se ven influenciados por la variedad de la vid, el clima, el terreno y la técnica de cultivo. Normalmente, la concentración total de compuestos fenólicos en el vino tinto  varía de 1,8 a 4,0 g/L, y en el vino blanco de 0,16 a 0,3 g/L. El principal factor que determina la capacidad antioxidante de los compuestos fenólicos es el grado de hidroxilación y la posición de los hidroxilos en la molécula (Juan Carlos Espín,2015).


Habrás oído hablar sobre el resveratrol, sin embargo..¿Qué diantres es? Es un polifenol que se encuentra sobretodo en el vino tinto y la piel de uvas rojizas, su presencia suele rondar 0.03-1.07 mg/150ml en vino tinto, 0.017-1.30 mg/150ml en el jugo de uvas rojas. A la hora de atribuir los beneficios del consumo de vino tinto al resveratrol o al alcohol los resultados de diversos estudios son contradictorios, por lo que sería buena idea realizar una revisión sistemática apropiada; no se ha logrado asociar la ingesta de resveratrol a una reducción de mortalidad o aumento de esperanza de vida; su efecto antioxidante es mucho menor al de otros polifenoles presentes en el vino tinto y el aumento de dosis de resveratrol combinando ingesta de vino tinto con suplementos de resveratrol no revela ningún cambio significativo en los parámetros de salud. Por lo cual no tiene sentido su suplementación (Juan Carlos Espín,2015).


Por otro lado encontramos los flavonoides, los cuales ejercen su acción antioxidante sobre los radicales hidroxilos que causan daño en el ADN, al quelar iones metálicos, previniendo la generación de EROs. El efecto protector de la  quercetina (el flavonoide por excelencia) ante el daño oxidativo que puede sufrir el ADN, dependerá de la concentración de los iones metálicos, ya que con elevadas concentraciones de Fe2+ o Cu2+, la quercetina aumenta el daño producido por las especies reactivas. En condiciones normales, actúa sobre OH•, H2O2 y O2-• (Aherne et al,2002) (Nimse,2015).


Igual te olvidas de este componente ya que no suelen hacer mucho énfasis en él a la hora de hablar sobre el vino, pero… ¿has oído hablar del alcohol? Forma parte del vino y es enormemente importante que entiendas algunas cosas sobre él. Su consumo moderado reduce el riesgo de aterosclerosis, además reduce la prevalencia de ECV en un 20-30%, aumenta las HDL, disminuye las LDL,etc . Consumo moderado implica 1-2 copas de vino (150 ml)/día en hombres o 1 en mujeres (menor en mujeres debido a que el cuerpo femenino tiene una menor cantidad de agua y esto conlleva una mayor concentración del alcohol). Eso sí, ojo, estos efectos beneficiosos se presentan cuando el consumo moderado lo realiza un adulto sano, en casos específicos como un adulto que padezca ECV los efectos pasan de ser beneficiosos a devastadores para su organismo (Alfred A. de Lorimier,2000).


Valorando detenidamente toda esta información te hago partícipe de mi conclusión personal: El vino, es un alimento más, no es una panacea capaz de sanar cualquier enfermedad. Puedes llevar una dieta perfectamente equilibrada tanto con vino, como sin él; los efectos beneficiosos que presenta puedes obtenerlos mediante otros alimentos. Si decides incluir el vino en tu día a día, recomiendo que lo hagas con 1 copa durante la comida de medio día, y al igual que cualquier otro alimento es aconsejable que prestes atención a como te sienta.

¿Puede formar parte de una alimentación saludable?
Si.

¿Es un alimento saludable?
Para mi no lo es, debido a que no puedo recomendar su ingesta sin atender a parámetros individuales de cada persona (no puedo recomendarlo a niños, a personas con ECV, no puedo recomendarlo a personas alcohólicas, etc.), a menudo padecemos algunas enfermedades y no nos damos cuenta hasta pasado un buen tiempo y las ECV no son una excepción. Y aún en personas perfectamente sanas es muchísimo más fácil obtener efectos perjudiciales por ingerir más vino del apropiado, que por ingerir más lechugas de las adecuadas, o más manzanas, etc.



Autor: Pablo Cortés Tripiana


-Referencias bibliográficas:

  1. Aherne S. A., O’Brien N. M. (2002). Dietary flavonols: chemistry, food content, and metabolism. Nutrition, Volume 18, Issue 1, 75-81. https://doi.org/10.1016/S0899-9007(01)00695-5
  2. Alfred A. de Lorimier, (2000). Alcohol, wine and health. The American Journal of Surgery, Volume 180, Issue 5, 357-361. https://doi.org/10.1016/S0002-9610(00)00486-4
  3. Erik L. M., Hans H. J., Stephanie A. S., June M. R. (2001). Better Psychological Functioning and Higher Social Status May Largely Explain the Apparent Health Benefits of Wine. Arch Intern Med. 161(15):1844-1848. doi:10.1001/archinte.161.15.1844
  4. Nimse, S. B., Pal, D. (2015). Free radicals, natural antioxidants, and their reaction mechanisms. Rsc Advances, 5(35): 27986-28006. DOI: 10.1039/C4RA13315C



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