NUTRICIÓN DEPORTIVA, MACRONUTRIENTES.

Nutrición deportiva
Necesidades nutricionales en el deporte


Hoy en día son muchos los deportistas que buscan asesoramiento de un experto en nutrición para llevar una mejor condición física y rendimiento deportivo, pero los mitos que inundan este sector de la nutrición, proporcionan datos incorrectos a los usuarios que buscan un mejor rendimiento deportivo y nutricional. Para ello desglosaremos los parámetros más importantes para llevar una correcta alimentación en el ámbito deportivo.
¿Qué es la nutrición deportiva?
La nutrición deportiva es una rama especializada de la nutrición humana aplicada a las personas que practican deportes los cuales, requieren esfuerzos prolongados en el tiempo.
¿Requerimientos nutricionales?
Para calcular el requerimiento nutricional de cada deportista, usaremos la ecuación del GET, usaremos la tabla MET (https://www.redalyc.org/pdf/2742/274228060004.pdf )  para completar la ecuación según el deporte y los objetivos del deportista cada resultado es individualizado e intransferible.
-Macronutrientes:

Hidratos de carbono: La principal función de los hidratos de carbono es el aporte de energía, ya que un gramo de hidrato contiene 4 kcal por eso el 50 – 60% de la energía total de la alimentación es suministrada por los hidratos de carbonos. Todas las células necesitan energía para su funcionamiento y la obtienen de los nutrientes presentes en los alimentos, principalmente de los glúcidos. Según su complejidad y tamaño, los glúcidos se pueden clasificar en tres grandes grupos, monosacáridos, oligosacáridos y polisacáridos. Los hidratos una vez digeridos se convierten en glucosa, un componente esencial para el buen funcionamiento del sistema nervioso central. Además, son un aliado en el metabolismo de las grasas y evitan que las proteínas se oxiden y no las podamos asimilar correctamente. Es por esto que son un aliado en dietas ricas en proteínas como la de los deportistas, ya que aumentan la asimilación de este nutriente, por eso los hidratos de carbono son la principal fuente de combustible en el deportista.

Existe un elevado consenso con respecto a que los deportistas deben consumir un alto contenido de carbohidratos en su dieta, de manera que suponga un 55-65% de la ingesta calórica total (L. M. Burke, Hawley, Wong, & Jeukendrup, 2011; A. Urdampilleta et al., 2011). La mayoría de los deportes se realizan a intensidades superiores al 60-70% del VO2max (Gonzalez-Gross et al., 2001) excepto deportes de muy larga duración (raids de aventura, ultratrails, maratones de montaña…) con intensidades medias del 60-65%VO2max, siendo la lipolisis de los lípidos intramusculares el combustible prioritario (A. Urdampilleta et al., 2011), aunque en función del perfil del recorrido (desniveles, cuesta arriba y abajo) puede implicar la utilización de la glucolisis en diferente medida. Hay estudios que alegan que la intensidad de máxima oxidación de lípidos está entre el 60 y 65% del VO2max en sedentarios y deportistas de resistencia (Del Coso, Hamouti, Ortega, & Mora-Rodriguez, 2010), mientras que en deportistas que entrenan a diario puede ser superior al 60% (equivalente a 5-7 g de HC/ kg peso corporal/ día) (Baar & McGee, 2008; L. M. Burke et al., 2011) incluso puede llegar a 9-11 g HC/kg peso corporal/ día, cuando están en la fase competitiva o se entrenan dos veces/ día (Jeukendrup, 2010). La restauración del glucógeno muscular y hepático, es el objetivo fundamental de recuperación entre sesiones de entrenamiento o eventos deportivos, sobre todo cuando se realizan múltiples sesiones dentro de un periodo de tiempo considerado (Holway & Spriet, 2011).
Ahora veremos las distintas situaciones de un deportista en un periodo de competición.
1-       En una situación de post-entrenamiento a entrenamientos de menos de 90 minutos de duración el deportista deberá ingerir una carga de entre 7-12 g/kg peso/ día, en una recuperación general, en situación de sobrecompensación en periodos de menos de 90 minutos de entrenamiento 36-48 antes del entrenamiento el deportista deberá ingerir entre 10-12 g/ kg peso/ día. Siempre elegir alimentos ricos en HC, sin azucares simples, bajos en fibra y residuos, de fácil uso para asegurar que se cumplen los objetivos de energía y tránsito intestinal, diferentes estudios han demostrado que si el deportista está habituado la fuente de hidratos integral tendrá más nutriente y no le supondrá un problema de tránsito intestinal.
2-      En unas situaciones de rápida recuperación post-ejercicio, periodos de recuperación entre sesiones menor a 8 horas, el deportista deberá ingerir entre 1-1,2 g / kg peso/ día justo en el post-ejercicio hasta las 4 primeras horas o también tomar pequeñas cantidades de HC cada 15- 60 minutos. Puede haber beneficios en el consumo de pequeños tentempiés de manera regular, alimentos y bebidas ricas en HC pueden ayudar a asegurar que se cumplan los objetivos de energía, no nos interesan bebidas y alimentos tipo barritas con alto contenido en azucares sencillos. Ni tampoco edulcorantes que puedan complicar el tránsito intestinal.

3-      En situación pre-entrenamiento o ejercicio ingestas entre 1-4 g / kg peso/ día para aumentar la disponibilidad de HC , en un periodo de 1-4 horas antes , siempre deberemos llegar al entrenamiento o competición con la digestión hecha, en el momento de elegir los alimentos para la ingesta se deben evitar opciones con alto contenido en fibra, grasas y proteína para reducir el riesgo de problemas gastrointestinales durante el evento y proporcionar opciones con bajo índice glucémico, como fuente de energía en situaciones en la que los HC no pueden ser consumidos durante el evento.

Proteínas:
La función principal de las proteínas es la estructural o plástica, es decir, nos ayudan a fabricar, regenerar y mantener nuestros tejidos como la piel, las uñas, los tendones, músculos etc…
Las necesidades proteicas de los deportistas han recibido una atención considerable en las investigaciones realizadas hasta la actualidad. No solo en cuanto a si los deportes incrementan dichas necesidades, sino también con relación a si determinados aminoácidos (aa) son beneficiosos para el rendimiento. En general, las proteínas no son consideradas como fuente energética durante la actividad física, ya que los HC y las grasas desempeñan esta función. No obstante, en deportes de larga duración, cuando los depósitos de glucógeno se vacían y la grasa corporal no es totalmente biodisponible (solamente lo es la que se almacenan a nivel intramuscular) se produce proteólisis para la obtención de energía, bien por vía directa a nivel intramuscular (aa ramificados) o indirectamente formando glucógeno a través de aa glucogénicos (ciclo glucosa-alanina) (A. Urdampilleta, Vicente-Salar, & Martínez Sanz, 2012). Sin lugar a dudas, determinar la cantidad adecuada de proteínas y aa esenciales en la dieta en diferentes estados fisiológicos es de gran importancia para el colectivo deportivo, ya que un déficit proteico produce una disminución de la capacidad de generar la máxima potencia muscular (Moore et al., 2009). ( file:///E:/epi/BLOG/Dialnet-NecesidadesEnergeticasHidricasYNutricionalesEnElDe-4775529%20(1).pdf
 Vulgarmente y tiempo atrás se creía que el exceso de proteína se usaría en la construcción muscular, y reparación de tejidos. Actualmente se conoce que no es así y que ingiriendo la cantidad necesaria para la recuperación de tejidos y construcción muscular es más que suficiente, de hecho, un exceso de proteína, llenara el estómago y no cargara adecuadamente los músculos con hidratos de carbono. El cuerpo puede utilizar entre 20 y 25 gramos de proteína de una vez ( Philliphs y Van Loon, 2011). Esto significa que si ingieres 240 gr de pechuga de pollo (unos 70 gr de proteína), quemarás o acumularás en forma de grasa menos de la mitad de esa proteína , un derroche de dinero. Además, si no tomas demasiada proteína en el desayuno y en el almuerzo pensando que tu cena rica en proteína compensara lo anterior es un grave error.
La proteína se degrada en forma de urea, un producto de desecho que elimina por la orina. Cualquier persona que como un exceso de proteína debe beber una cantidad adicional de líquidos. Los frecuentes viajes al baño pueden ser un inconveniente durante el entrenamiento o competición.
Ahora veremos distintos usos prácticos en distintos grupos de población deportista.

Desde siempre se ha tenido la fiel creencia de que las proteínas deben de ser de origen animal en su mayoría, pero diferentes estudios y casos reales de deportistas nos demuestran de que no es así, una dieta basada en proteínas animales pasa factura al bolsillo y al medio ambiente consumiendo raciones más pequeñas de proteína animal. Usando ese dinero para comprar más proteínas vegetales (judías, lentejas, tofu etc…), y m.as frutas, granos, hortalizas y patatas.
Casos reales de deportistas veganos:
CARL LEWIS HAMILTON
Uno de los pioneros fue el atleta americano Carl Lewis Hamilton, especialista en pruebas de velocidad y salto de longitud, quien se pasó al veganismo (dieta vegetariana estricta sin lácteos ni huevo) en 1990. Tal y como narra en su libro ‘Very Vegetarian’, este cambio en su alimentación marcó un antes y un después en su carrera, pues fue a partir de este momento cuando tuvo los mejores resultados deportivos de su vida.
VENUS WILLIANS
En 2011 fue diagnosticada con síndrome de Sjögren, una enfermedad autoinmune que estuvo a punto de dejarla fuera de las pistas. Adoptó una dieta raw vegan, es decir, vegetal y cruda, a fin de mejorar su salud y recuperar su nivel de rendimiento. Poco menos de un año después regresó a los torneos y sigue en primera fila.
NOVAK DJOKOVIC
El salto del tenista serbio al puesto número 1 del tenis mundial coincidió en 2011 con su transición a una dieta sin gluten. Unos años después adoptó una dieta vegana alegando motivos de rendimiento, éticos y de salud, lo que no le impidió seguir acumulando títulos y deparándonos algunos de los mejores momentos del tenis mundial.

Lípidos:
Son menos rentables energéticamente que los hidratos de carbono, pero el organismo tiene una mayor disponibilidad de éstos, ya que se almacenan en gran cantidad. Son la mejor energía para pruebas de larga duración. Esta energía se utiliza una vez agotada la procedente de los hidratos de carbono. Se almacenan en el tejido adiposo en forma de triglicéridos. No se recomienda superar el 25-30% de grasas en la dieta, excepto en los deportes de más resistencia en los que se puede llegar a un 35%. También se recomienda que, al menos, el 40% de la grasa aportada sea de origen vegetal.  De forma más específica en la ingesta VTD (volumen total diario) teniendo en cuenta una proporción del 7-10% para grasas saturadas (AGS), 10% para poliinsaturadas (AGP) y superior a 10-15% de grasas monoinsaturadas (AGM) (American Dietetic Association et al., 2009). Actualmente se está investigando sobre la utilidad de los ácidos grasos omega3 (ácidos grasos polinsaturados) en el deporte, por su efecto antinflamatorio. Se han descrito unos requerimientos diarios de 350-400mg/día y se pueden alcanzar dosis terapéuticas de 2 g/día, únicamente a través de la suplementación de ácido eicosapentanoico (EPA) o ácido docosahexanoico (DHA) (Villegas Garcia, Martínez, López Román, Martínez González, & Luque Rubia, 2004). En el contexto deportivo tomar demasiados AGP puede ser perjudicial, ya que son más susceptibles a peroxidaciones lipídicas, sin embargo, los AGM son los ideales para el deporte, porque aportan energía rápida, son cardiosaludables y son mensos susceptibles a peroxidaciones.



 BIBLIOGRAFÍA:
-          https://jissn.biomedcentral.com/track/pdf/10.1186/s12970-017-0182-y 
-          La guía de la nutrición deportiva de Nancy Clark, edición 2014 

Autora: Olga Baños Andreu 


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