Alergia a las proteínas de la leche de vaca, origen, antecedentes y solución.
¿Qué es?
La alergia a la proteína de la leche de vaca es la alergia
alimentaria más común en lactantes y niños pequeños ya que la leche es uno de
los primeros alimentos introducidos en la alimentación del lactante y se suele
consumir durante toda la infancia como parte de una dieta equilibrada.
La prevalencia de la alergia a la proteína de la leche de
vaca oscila entre el 2 y el 5% en niños de países occidentales. El riesgo de
reacciones alérgicas después de la exposición accidental disminuye la calidad
de vida del individuo afectado y de la familia. (Inuo
et al., 2018)
Esta alergia se trata de una reacción exagerada del sistema
inmunitario ante una o más proteínas que contiene la leche de vaca. Más de 40
proteínas, todas ellas pueden actuar como antígenos en la especie
humana. Contiene caseínas (alfaS1, alfaS2, beta y kappa caseínas) y
seroproteínas (alfa lactoalbúmina [ALA], beta lactoglobulina [BLG],
lactoferrina bovina, seroalbúmina bovina [BSA]), e inmunoglobulinas bovinas.
¿Síntomas?
Los síntomas son diversos y pueden
afectar a varios sistemas orgánicos, como la piel, el aparato digestivo o el
respiratorio, lo que puede dar lugar a erupciones cutáneas, eccemas, vómitos,
diarrea, cólicos, resuellos o llantos excesivos. Las reacciones alérgicas
pueden comenzar con mucha rapidez como ocurre con los problemas respiratorios
graves y los vómitos; no obstante, también se pueden retrasar o requerir una
mayor cantidad de alimento. Un ejemplo de reacción tardía sería una erupción
cutánea o una diarrea, que pueden tardar hasta 3 o 5 días en aparecer.
¿Antecedentes?
Ahora analicemos los antecedentes familiares de atopia en
lactantes con alergia a la proteína de la leche de vaca. Según un estudio
francés se confirma la alta
tasa de antecedentes familiares de atopia en familiares de primer grado de
bebés con alergia a la proteína de leche de vaca probable o documentada. (Nalach et al.,2019)
En total, 4674 médicos privados (pediatras: 97%) inscribieron en el estudio a 1674 recién nacidos con sospecha de alergia a la proteína de vaca (edad media de 4,5 meses) en el estudio. La mayoría de los bebés experimentaron síntomas digestivos (92%) y de la piel (61%) que sugieren esta alergia. Se notificaron reacciones tardías en el 64% de los lactantes. De acuerdo con una clasificación posterior basada en los resultados de pruebas y procedimientos de diagnóstico anteriores, 1133 lactantes (68%) tenían alergia a la proteína de leche de vaca altamente probable (52%) o documentado (16%). En estos lactantes, hubo un antecedente de atopia en parientes de primer y/o segundo grado en el 86% de los casos y un 81% en parientes de primer grado solamente. (Nalach et al.,2019)
¿Tratamiento?
El tratamiento en lactantes consiste en la eliminación
completa en la dieta de los productos que contengan proteína de leche de vaca
como: Mantequilla, nata, nata líquida, leche y todas sus formas, yogurt,
helados, queso fresco, fermentado, curado, crema de queso, requesón, postres
lácteos, salsa bechamel, chocolate con leche, embutidos comerciales, panes que
contenga leche… y el reemplazo adecuado
con una fórmula hipoalergénica extensamente hidrolizada.
Gracias a un ensayo clínico japonés se ha demostrado la
seguridad y eficacia de los productos alimenticios hipoalergénicos. El ensayo
utilizó fórmulas hidrolizadas: fórmula a base de proteína de leche de vaca
parcialmente hidrolizada (pHF) (E-akachan®) y fórmula a base de proteína de
leche de vaca (eHF) (MA-mi®) ampliamente hidrolizada. También se utilizó otra
fórmula en el ensayo: rCMF (Hagukumi®). La conclusión final de este ensayo fue
que la formula a base de proteína de leche de vaca parcialmente hidrolizada
(pHF) mejora la tolerancia a la leche de vaca en niños con esta alergia, en
relación con otras. (Inuo et al., 2018).
¿Futuro?
La leche es una fuente importante de proteínas de alta
calidad en la dieta humana ya que contiene gran cantidad de aminoácidos
esenciales y posee alta biodisponibilidad. Esta alta biodisponibilidad de las
proteínas de la leche en comparación con las proteínas vegetales se debe a su
alta digestibilidad.
Sin embargo, el procesamiento industrial de lácteos puede
cambiar la estructura de las proteínas de la leche de varias maneras,
dependiendo de las condiciones bajo las cuales ha sido procesada. Por ejemplo la
glicación disminuye la digestibilidad de las proteínas y dificulta la
disponibilidad de aminoácidos, especialmente para la lisina. Estas
modificaciones de las proteínas son las que causan los cambios a lo largo del
tracto gastrointestinal relacionados con la microbiota, la fisiología epitelial
y las respuestas inmunes. (Kasper et al., 2019)
Por lo tanto, controlar las condiciones de procesamiento de
los lácteos puede ser una forma poderosa de preservar la calidad de las
proteínas o de controlar síntomas gastrointestinales e inmunológicos como la
alergia a las proteínas de la leche de vaca.
Bibliografía
1. Kasper A. Hettinga;
Glenn A. A. van Lieshout; Tim T. Lambers & Marjolijn C. E. Bragt (2019).
How processing may affect milk protein digestion and overall physiological
outcomes: A systematic review
2. N. Kalach; M. Bellaïche; I. Elias-Billon & C. Dupont (2019).
Family history of atopy in infants with cow's milk protein allergy: A French
population-based study
3. Inuo
C.; Tanaka K.; Suzuki S.; Nakajima Y.; Yamawaki K.; Tsuge I. & Urisu A.
(2018). Oral Immunotherapy Using Partially Hydrolyzed Formula for Cow’s Milk
Protein Allergy: A Randomized, Controlled Trial
Autora: Alicia Albacete Sevilla
Very interesting, good job!!
ResponderEliminarEste post me ha encantado y me ha servido de ayuda :)
ResponderEliminarMuy buen artículo, está bien tenerlo en cuenta y ser conscientes de esta alergia
ResponderEliminarUn artículo muy interesante, sigue así!!! 😉
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